sábado, 25 de mayo de 2019

La revolución biosocial - Wilhelm Reich

«Existe una energía que está en todas partes y nos baña. Es el antiquísimo concepto del CHI de los chinos, el KI de los japoneses, el PRANA de los yoghis de la India, el KUNDALINI de los lamas, el A´KINAN de la civilización maya, el MANA de las islas Hawai, que son ahora reivindicados.
Junto a estas intuiciones maravillosas de los grandes místicos, investigadores y científicos de todos los tiempos, han hecho mención de la existencia de esa energía sutil y misteriosa: por ejemplo, Paracelso descubrió la existencia de una sustancia sutil; los alquimistas del Espíritus Mundis; Blondot habló de los rayos “N”; Ferman de la fuerza “X”; Mesmer del fluido Universal; Von Reichenbach de la fuerza Odica; Gurvitch de los Rayos Mitogenéticos; los investigadores rusos la llamaron energía bioplasmática; Tarusov en 1960 habló de los procesos energéticos plasmáticos; Adamenko aduce que la energía observada en las fotografías Kirlian es una forma de Plasma, el cuarto estado de la materia. Todos los sanadores y médium la sienten y utilizan, pero no es una energía psíquica, es decir, que no se trata de una característica del cerebro, aunque podemos hacer un uso más sofisticado de ella a través de los canales neuroquímicos.
Wilhelm Reich denominó a esa energía vital de todos los tiempos, energía Orgónica. Con su equipo de colaboradores, tanto en Europa cómo en Estados Unidos, consiguieron aproximarse a su conocimiento científico y descubrieron algunas de sus características, de sus leyes, así como medios y herramientas científicas para restablecer la armonía en los cuerpos enfermos de la gente, para armonizar la degenerada energía de nuestra atmósfera. Fue pionero de la revolución sexual; precursor de los movimientos ecologistas con sus advertencias sobre la tendencia a la desertificación de la tierra y de los efectos nefastos e irreversibles del uso de la energía nuclear para el ecosistema; fomentó el uso de la terapias energéticas y psicocorporales en Occidente, y hasta una pedagogía de la vida intrauterina, el parto y los primeros meses.

Fue un hombre con un espíritu renacentista en un momento social inquisitorial. Primero fue la Alemania de Hitler, luego la Norteamérica de Mac Carthy y su “caza de brujas”. Reich fue tildado de “loco”; despreciado por los psiquiatras y los científicos en general; instrumentalizado por la prensa en ese momento sexofóbico por sus técnicas en el cuerpo, que se denunciaban como masturbaciones a los pacientes; ignorado por la mayoría. No fue para él un momento histórico el que le tocó vivir.»


(Xavier Serrano Ortelano, "Reich, un hereje del siglo XX. De la revolución sexual a la energía cósmica", 1991)


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«Después de años de doloroso conflicto e intentos de evitar estos hechos, [...] hay un deber de expresar verdades que no se puede comparar con ningún otro de los deberes altamente estimados. Realizar este deber se hace tan difícil por el hecho de que, tal como son las cosas, la pronunciación de tales verdades, en lugar de ser una cuestión de hecho, se vuelve extremadamente peligrosa. Fundamentalmente, es sólo una cuestión de resumir y correlacionar hechos que, individualmente, se conocen desde hace mucho tiempo:
a) La humanidad está biológicamente enferma;
b) La política es una expresión social irracional de esta enferma;
c) Cualquier cosa que ocurre en la vida social está determinada por la estructura de las masas, sea activa o pasivamente, intencionad o no intencionadamente;
d) Esta estructura de carácter debe su existencia a proceso socio-económicos y ancla y perpetúa estos procesos. La estructura de carácter biopática humana no es nada más que la solidificación del proceso histórico autoritario, nada más que el sometimiento de la masa reproducido bio-fisiológicamente.
e) La estructura humana está determinada por el conflicto entre el anhelo de libertad y el miedo a la libertad.
f) El miedo a la libertad de las masas de la población está biofísicamente anclado en la rigidez del carácter y el organismo total;
g) Cualquier variedad de liderazgo social no es más que la expresión social de uno u otro lado de esta estructura humana de masas;
h) Éste no es un problema de cosas tales como el tratado de Versalles, los pozos de petróleo de Baku o los 200-300 años de capitalismo. Es un problema de 4000-6000 años de civilización mecanicista y autoritaria que han arruinado el funcionamiento biológico humano;
i) El interés por el dinero y el interés por el poder son sustitutos de la felicidad en el amor [y en el sexo], mantenidos por la rigidez biológica de las masas humanas;
k) La supresión de la vida sexual natural de los niños y adolescentes cumple la función de estructurar a las personas para que sean portadoras voluntarias y reproductoras de una civilización mecanicista y autoritaria;
l) Miles de años de sometimiento humano han desembocado en un estado de flujo y agitación.
[...]
La tarea de preservar sin adulterar el propio conocimiento de la naturaleza humana, y de profundizarlo, es en sí misma una pesada lucha bajo estas circunstancias. No será fácil para los trabajadores en los campos de la biofísica del orgón, la psicología estructural y la economía sexual mantenerse no influenciadas por las ilusiones prevalecientes y preservar su conocimiento claro e intacto para las generaciones venideras. Pero, aunque no sean recompensados por el mundo con otra cosa que con oposición y difamación, deben, a pesar de todo, hacerlo así. Pues su conocimiento debe estar disponible, en una forma prácticamente utilizable, cuando, quizá después de la sexta, quizá después de la veinteava guerra mundial, la consciencia de la pestilencia emocional de masas se haga ella misma sentida. En ese caso, no transmitiremos a nuestros descendientes proezas gloriosas algunas, o "memorias heroicas", sino un fragmento de conocimiento que, aunque simple y no espectacular, tiene un futuro. Esta tarea puede cumplirse incluso bajo las peores condiciones sociales. Esa generación que esté lista para dominar la plaga emocional no fallará si se le puede ayudar; no será compelida primero a reunir laboriosamente las respuestas a los argumentos de la pestilencia. Estará capacitada para volver sobre las viejas, aunque negadas verdades, y para arreglar las vidas de sus miembros más honesta y decentemente de lo que es posible ahora.  
[...]
Definir la libertad es lo mismo que definir la salud sexual. Pero nadie admitirá abiertamente esto. La defensa de la libertad personal y social está conectada con los sentimientos de ansiedad y de culpa. Como si ser libre fuese un pecado o, al menos, no lo fuese tanto como debiera ser. La economía sexual hace comprensible este sentimiento de culpa: la libertad sin autodeterminación sexual es en sí misma una contradicción. Pero ser sexual significa -de acuerdo con la estructura humana prevaleciente- ser pecador o culpable. Hay muy pocas personas que experimentan amor sexual sin sentimiento de culpa. [...]
Este artículo ha intentado mostrar el error de cálculo en el que, hasta ahora, todas las luchas por la libertad han caído presas. Es este: la incapacidad para la libertad social está fisiológicamente anclada en el organismo humano. De esto se sigue que el dominio de la incapacidad fisiológica para la libertad es uno de los prerrequisitos más importantes de cualquier lucha genuina por la libertad. Este artículo no quiere discutir esos elementos de la libertad que son generalmente conocidos y defendidos, tales como la libertad de expresión, la libertad de opresión y explotación económicas, la libertad de reunión, la libertad de investigación científica, etc. La tarea esencial aquí es mostrar el obstáculo más poderoso en el camino de todos esos empeños.
[...]
Es como si hubiese un miedo general y secreto a desplazar la responsabilidad de un gobierno democrático, bienintencionado, a aquellas que hasta ahora sólo han sido votantes, pero no portadoras responsables de la sociedad. Este miedo no se base en la malicia o en una intención malvada, sino en el conocimiento de la estructura biopsíquica [alienada, separada y reprimida] de las masas de la población. La revolución rusa, que partió en dirección al establecimiento de una responsabilidad de las masas, falló por esta razón. Sin embargo, la necesidad de una revolución social... es la conclusión más importante a trazar desde esta guerra y todo lo que ha llevado a ella. Para repetir las conclusiones ineludibles de los hechos anteriores:
a) Las masas de la población son incapaces de libertad;
b) La capacidad general para la libertad puede adquirirse sólo en la lucha diaria por una vida libre;
c) Se sigue que las masas, que son incapaces de libertad, deben tener el poder social si van a volverse capaces de libertad y capaces de crear y mantener la libertad.
La tarea presentada por estos hechos puede ilustrarse mediante un ejemplo de la vida de las plantas. Durante mucho tiempo, he estado observando el efecto de las malas hierbas en el crecimiento de las plantas de semillero de pino. Los pequeños pinos que crecen en sitios donde hay pocas malas hierbas lo hacen vigorosamente por todos los lados, desarrollando ramas justo por encima del suelo; las hojas son verdes y enteras; esto es "saludable", su desarrollo es "libre". Si, no obstante, la semilla ha caído en un sitio donde hay muchas malas hierbas, desarrolla un tallo encorvado, ramas incompletas, con hojas pobres o ninguna en absoluto. Muchas de tales plantas de semillero son incapaces de abrirse pasos entre las malas hierbas. Otras cercen torcidas, en su intento de alcanzar la luz solar. Si se libra a tal planta de semillero de las malas hierbas, ésta empieza a crecer mejor y se desarrolla más plenamente; sin embargo, la influencia más temprana de las malas hierbas todavía es visible en la forma de un crecimiento atrofiado, un tallo torcido, pobre desarrollo de las hojas, etc. Las semillas, sin embargo, que caen desde el principio en un sitio libre de malas hierbas, se desarrollan libre y plenamente.
El libre desarrollo de una sociedad es como el de las plantas de semillero de pino que crecen libremente; la dictadura es como la planta de semillero asfixiada por las malas hierbas [...]
De esto se sigue que la lucha contra las dictaduras y el anhelo irracional de autoridad por parte de las masas únicamente puede consistir en dos medidas fundamentales: 1) la elucidación de todas las fuerzas vitales naturales en el individuo y la sociedad; y 2) la elucidación de todos los obstáculos que contrarrestan el funcionamiento de esas fuerzas vitales. Las fuerzas vitales deben ser promovidas, los obstáculos deben ser eliminados.
La regulación humana de la existencia social no puede extenderse a las funciones naturales del trabajo. La civilización, en el buen sentido de la palabra, no puede consistir en el establecimiento de las condiciones óptimas para el desarrollo de las funciones naturales del amor, el trabajo y el conocimiento. Aunque la libertad no puede organizarse -es más, cualquier organización contradice la libertad- pueden y deben organizarse las condiciones que garanticen el libre desarrollo de las fuerzas vitales.»

(Wilhelm Reich, "El error de cálculo biológico en la lucha por la libertad humana" 
[Capítulo XII de "Psicología de masas del fascismo"], 1943, cursivas originales)

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Relacionados:

"Wilhelm Reich fue el primer científico occidental que puso de manifiesto de manera extendida y amplia algunos de los procesos que pueden generar espontáneamente vida a partir de la no vida, y sobretodo, de como esta es creada y destruida por un proceso de organización / desorganización espontánea impulsada por una energía especial y propia de la vida que denominó orgón. Esta energía no se comportaba ni obedecía las leyes sobre las nuevas formas de energía recientemente descubiertas como el electromagnetismo y de lo que es peor de los principios de la termodinámica (que ya vimos en esta entrada anterior con respecto a la segunda ley de cuán dogmáticos son), y presentaba grandes similitudes con el Chi, el Ki, el Prana, y otras formas propias de energía descritas en las ciencias tradicionales como la Ayurveda o la medicina china, en contraposición con la concepción occidental moderna mecanicista, que entiende que se puede explicar la vida exclusivamente con las leyes científicas modernas como son la bioquímica o la genética, y que niega Ad Hoc la existencia de dicha energía."
"Con esta observación, Reich formuló un hipótesis brillante: toda forma de vida obedece una ley natural de disociación en dos formas a partir de la unidad (formación de unidades elementales llamadas biones y sus opuestos Bacilos-T) y la funcional antítesis de unidad con lo desasociado (células y protozoos desarrollados). En otras palabras, la vida nace con la muerte adosada y viceversa, y la enorme complejidad subyacente a la vida solo puede aparecer por un proceso de reorganización espontánea. Esto permitió establecer el símbolo de la energía orgónica que viene a decir que, desde una materia bionosa, se produce un equilibrio entre vida y muerte, es decir, entre biones y celulas T, entre sistema simpático y parasimpático, entre emoción psíquica sexual y excitación fisiológica, entre psique/neurosis y soma/lesión física, entre ying y yang, etc…"
"El Tantra utiliza esa energía para la iluminación espiritual y acceder a estados superiores de conciencia. Es practicar la sexualidad en un contexto espiritual. El Tantra piensa que el amor es energía sexual transformada y, por lo tanto, puede hacerse el camino al revés: el amor puede transformarse en poderosa energía sexual. [...] El Tao utiliza la sexualidad como una fuente de salud y de poder personal. Los taoístas de la antigüedad pensaban que hacer el amor en determinadas posturas y siguiendo ciertas prescripciones, el sexo podía curar determinadas enfermedades y ayudar al hombre a tener una larga vida y un mayor poder personal. También lo utilizaban como una forma de liberación pero, por lo general, estaban más centrados en lo primero."

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