viernes, 24 de mayo de 2019

Yoga y Revolución - Roi Ferreiro

Nota de LP (Quito, mayo 2019)

El solo título de este texto del 2007 de Roi Ferreiro puede causar sorpresa y hasta rechazo por parte del "medio revolucionario" internacional. Lo cual es doblemente entendible, pero es necesario no caer en ello. 
Por un lado, se entiende la posible sorpresa y rechazo frente al yoga, por dos razones, a saber: 
1) La ignorancia o el desconocimiento de esta forma y método de la praxis espiritual de Oriente por parte de Occidente, debido a lo que Boaventura de Sousa Santos denomina "epistemicidio", el cual consiste en que el sistema de dominación actual impide a la gente pensar de otro modo que no sea el modo capitalista-eurocentrista-racionalista. Subideología de la ideología dominante moderno-burguesa de la cual no se salvan las izquierdas ni ultraizquierdas. Salvo contadas excepciones, tales como: Wilhelm Reich (freudomarxismo revolucionario orgónico), C. G. Jung (psicología analítica), Aurobindo Ghose (filosofía del yoga integral), D. T. Suzuki y H. Tanabe (filosofía budista Zen - Escuela de Kyoto), Bhagwan Shree Rajneesh (filosofía tántrica, zénica y sufí), Ken Wilber (psicología integrativa), Claudio Naranjo (gestalt y eneagrama), Roi Ferreiro (marxismo consejista por la autoliberación humana integral), Autoliberación Consciente (psicología crítica y antipsiquiatría), Locura Proletaria (antipsiquiatría anticapitalista), otros (toda lista es incompleta). Algunos de estos autores son revolucionarios, otros no. Lo importante es saber darle un valor de uso revolucionario, es decir liberador y regenerador humanamente hablando, a este tipo de pensamiento no occidental, de sabiduría oriental. 
2) El hecho de que el yoga, en particular, y la espiritualidad, en general, han sido convertidas por el capitalismo en religiones y mercancías espirituales destinadas a paliar y reforzar la sobrevivencia social e individual alienada; en el caso específico del yoga, en los países occidentales la mayoría de la gente lo ve y lo practica como una terapia "new age" y una parte del estilo de vida pequeñoburgués y "millenial" para ser "buenos ciudadanos" "alternativos". Sí. Pero esa es la alienación capitalista occidental y postmoderna del yoga, lo que es necesario tenerlo claro, separar aguas y denunciarlo, como sí lo hace este texto; y no el yoga real, que significa "unión" entre lo material y lo espiritual, lo individual y lo colectivo, lo humano y lo natural-cósmico-divino (la totalidad orgánica y orgónica universal). La idea-fuerza del texto es la transformación integral de la vida humana, la cual implica precisamente la no separación o la unidad entre lo material y lo espiritual así como entre lo individual y lo colectivo. Superando tanto el materialismo vulgar como el idealismo, así como también la dicotomía entre lo personal y lo político. Por lo tanto, el yoga (y la meditación en general) en realidad es una praxis espiritual individual y colectiva, opuesta a la religión y al capitalismo, cuyo objetivo es contribuir a encontrar, liberar, desarrollar, potenciar de manera autónoma todas las energías, capacidades y facultades de los proletarios en tanto seres humanos; lo cual sólo es posible realizarlo socialmente mediante la revolución social de toda la vida humana en este planeta, porque el capitalismo aliena, separa, explota y oprime las necesidades y capacidades humanas en aras de las necesidades de valorización del dios valor. Una herramienta, entonces, para desarrollar la autoactividad, la autotransformación y la autoliberación espiritual y material del proletariado que lucha para dejar de ser clase explotada/oprimida/alienada y, en cambio, recuperar/revitalizar la comunidad humana-natural-cósmica perdida (del comunismo primitivo al comunismo integral -Bordiga y Camatte lo sabían-). Un arma espiritual para enriquecer y potenciar la lucha proletaria autónoma e integral contra la dominación real y total del Capital, por la revolución social total y unitaria de la vida. 
«L@s que escribimos esto nos basamos en un conocimiento propio y en una experiencia efectiva, no sólo considerada en su dimensión personal, sino en su interacción con la militancia proletaria. Y lo que defendemos es simplemente la necesidad de ir más allá de las simplificaciones sobre los problemas del desarrollo del proletariado como sujeto revolucionario y de la transformación comunista de la sociedad, la necesidad de que l@s militantes revolucionari@s asuman el esfuerzo por su propia autotransformación espiritual como parte imprescindible de la lucha revolucionaria. [...] 
El ideal de la unidad de lo espiritual y de lo material no es, sin embargo, algo nuevo. Como unidad revolucionaria de la autoliberación material y espiritual de l@s proletari@s, estaba presente en el marxismo original (como unidad de transformación social y autotransformación personal, como crítica práctica del egoísmo y afirmación de la socialidad humana esencial) y fue retomada más tarde por el marxismo consejista (concibiendo la autoactividad proletaria de lucha, organización y pensamiento como autodesarrollo espiritual, y la revolución proletaria como fundamentalmente una victoria del espíritu [ver Pannekoek]). Nuestra tarea hoy es darle a este ideal un mayor desarrollo, que solamente podrá ser el fruto de la experiencia.»
Por otro lado, hay que decir que publico este texto a pesar y más allá de las diferencias políticas y personales con Roi Ferreiro, así como también a pesar y más allá de cierto sesgo cientificista y progresista vertido en este texto, pues considero que este es uno de sus mejores textos en general, y de psicología y autotransformación espiritual en particular, tanto por su contenido como por su originalidad, lucidez y posible alcance. Espero que así también lo sea para otros lectores del mismo. 
Otra razón de peso para publicarlo es que el contenido de este texto se asocia e identifica directamente con mi propia experiencia como ser humano proletarizado, enajenado, excedente y sufriente, tanto económica como psicológicamente. A partir de lo cual, puedo afirmar que la praxis espiritual (en mi caso, la meditación activa) de hecho está y va mucho más allá que la psicología, la psiquiatría, los psicofármacos, las drogas, la poesía e incluso que la antipsiquiatría -terapias varias a todas las cuales las conozco en la práctica-. Porque no es para alienar y controlar sino para liberar (la psicología y la psiquiatría son la policía de la psique). Porque no es sólo teórica y "negativa" (como lo son no pocas de las ciencias psi y antipsi), sino que es práctica y "positiva". Porque la herramienta fundamental de la que carece la psicoterapia occidental es la meditación, praxis espiritual por excelencia. Y la praxis espiritual es la praxis humana que, a diferencia de las otras terapias, realmente ayuda a curar la "enfermedad mental" -entendida como emergencia espiritual- y mantener la salud mental, emocional, física y espiritual de los seres humanos, ya que somos seres espirituales por naturaleza (en la misma medida en que somos seres sexuales), en especial de los seres humanos proletarizados y sufrientes que necesitan y merecen dejar de serlo. Este cambio es empíricamente verificable en la práctica no sólo individual sino también colectiva, en las personas que realizan estas prácticas y sus entornos, realidad de la cual existen múltiples experiencias y testimonios en todas partes. En todo caso, es práctica y efectiva cuando forma parte de la praxis social cotidiana de los proletarios, de su vida concreta diaria, de su lucha práctica. Por lo tanto, lejos de toda parcialización y mistificación, al publicar este texto de alguna forma estoy comunizando o poniendo en común para el resto de proletarios (incluidos los revolucionarios) un material que quizá les pueda resultar significativo por encontrarse en una situación de sufrimiento psíquico o "enfermedad mental" e incluso en una "situación de riesgo" (depresión, adicciones, aislamiento, suicidio); en ese caso, estaríamos poniendo en común una herramienta para enfrentar, superar y/o evitar tales situaciones; y, en otros casos, una herramienta que les ayude a enfrentar el enajenante peso de la rutina de la esclavitud asalariada de manera saludable y lúcida. Una "tecnología espiritual" de "contención" y apoyo, a la vez que de autoconocimiento y autocuración (igual que lo es la metanoia como terapia antipsiquiátrica), para que no se estanquen ni hundan ni se pierdan en la miseria y la "locura"; sino para que enfrenten su enfermedad-su alienación, se curen, se recuperen, se fortalezcan y continúen viviendo y luchando por vivir una vida de verdad, como individuos plenamente desarrollados en el seno de una comunidad humana universal; misma que, a su vez, sólo puede prefigurarse realmente en el seno de la comunidad de lucha proletaria real contra el mundo del Capital. Luchar y sanarse juntos con proletarios-enfermos-"pacientes" revolucionarios afines, con los medios materiales y espirituales que se tienen al alcance. 
A la par de ello, es necesario, entonces, incluir la praxis espiritual (yoga, tantra, zen, tao, etc.) dentro de la praxis integral del movimiento del proletariado revolucionario del presente y el futuro; y más específicamente, incluir la praxis espiritual dentro de una "nueva síntesis revolucionaria"; misma que, sin duda, va más allá de la superación de la falsa dicotomía marxismo/anarquismo o comunismo/anarquía, de la crítica del valor, de la comunización, de la ecología social radical... y también más allá de "lo psicológico" y la antipsiquiatría. De lo que aquí se trata es de darle ese valor de uso revolucionario a este saber oriental para reconstituir y desarrollar integralmente a la comunidad y la persona humanas. Rompiendo y superando las actuales relaciones y subjetividades capitalistas. Parando toda esta catástrofe capitalista generalizada donde miles de proletarios sufren, mueren y se suicidan a diario. Desarrollando y generalizando, en la dura y contradictoria lucha de clase contra el Capital, el germen y la tendencia humana de vivir en comunidades lo más libres, autónomas, sanas e integrales que sea posible. Liberando y promoviendo la totalidad de las energías y fuerzas vitales.
A continuación, comparto unas citas clave del texto, como quien dice para que "hable por sí mismo" y mejor que uno, y el link para leerlo/descargarlo por completo en PDF. ¡Salud y Revolución Universal! 

***

«Al igual que pioneros como Wilhelm Reich, aquell*s que luchamos por la transformación integral de la vida humana tenemos que afrontar, siempre, un trabajo de investigación científica y crítica sobre la realidad psico-social, buscando una comprensión superior. En esta búsqueda, enfocada tanto personal como socialmente, movida por la aspiración a una libertad verdadera y por la necesidad consiguiente de luchar revolucionariamente contra la sociedad existente, es donde se sitúa nuestro descubrimiento e interés por el yoga. [...]
La condición fundamental del desarrollo espiritual de la humanidad, descubierta por el proletariado en su esfuerzo por liberarse de la sociedad existente, es la autonomía. Como clase dominada, para el proletariado su autonomía como clase no separa lo personal de lo social, lo individual de lo colectivo, como ocurre en la clase burguesa. El proletariado necesita, para luchar contra la explotación, que los individuos que lo componen desarrollen sus capacidades como seres humanos, autotransformándose integralmente, La autonomía espiritual y la autonomía material, la autonomía de los individuos y la autonomía del conjunto, son dos aspectos de un mismo movimiento, consistente en la autosupresión del proletariado en cuanto clase explotada y masa alienada.

[...]

El yoga no es sólo una técnica o un conjunto de técnicas y ejercicios; es, más que eso, un determinado modo de comprender el desarrollo práctico de las capacidades psicológicas humanas. Es, además, una teoría acerca de su plena realización, que sobrepasa, tanto por extensión como por profundidad, los límites de la ciencia psicológica ordinaria.
El concepto de yoga tiene como significación esencial la praxis espiritual. De este modo, sirve extensivamente para referirse a toda la diversidad de técnicas, prácticas y doctrinas que se refieren a la transformación espiritual del ser humano, en contraposición al concepto de religión, que se refiere siempre a un conjunto de dogmas y ritos basados en la creencia. [...]
La palabra yoga es universal porque significa "unión", aunque su origen y más fuerte tradición se sitúe en la India. Hace referencia al estado espiritual que se persigue, en el que la conciencia-energía del individuo experimenta su unión con la totalidad de lo existente e, interiormente, la integración de los distintos planos de la psique en torno al centro psicológico verdadero -que no es la mente, sino el centro dinámico de la energía y de la estructura psíquica, con sus distintos niveles (somático, sexual, vital, emocional, mental, etc.). [...]
El proletariado no puede liberarse de la conciencia dominante más que a lo largo de un proceso en el que, movido por la necesidad y a través de su acción, adquiera su propia experiencia y desarrolle su capacidad para asimilarla. Del mismo modo, como corriente espiritual real, el yoga no parte de ningún presupuesto sobrenatural, sino de la necesidad de transformar la existencia espiritual de los seres humanos, del esfuerzo por lograr un estado de armonía interna y con el exterior, de la puesta en práctica de la aspiración a la autosuperación que brota de la rebelión instintiva contra el mundo y la conciencia alienados de la comunidad primordial como especie y con la naturaleza. Estas son las motivaciones que condujeron, a lo largo de un proceso histórico, al desarrollo de distintas teorías, enfoques y técnicas. Lo que estas teorías describen como lo Divino es un estado espiritual o una forma de conciencia, pero no ya cualquier representación simbólica o antropomórfica convertida en fetiche. Si este estado espiritual, esta experiencia de la conciencia, es una realidad permanente y efectiva, no es en consecuencia una cuestión teórica, sino práctica.

[...]

Igual que las ideas revolucionarias del proletariado resisten este engullimiento por el orden capitalista no gracias a aferrarse a su integridad doctrinal, sino buscando el camino de la práctica y sirviendo de instrumento para extender y elevar la autoactividad del proletariado -para construir su autonomía de clase-, del mismo modo las ideas revolucionarias espirituales solamente tienen efectividad a nivel social -y no sólo en individuos aislados- cuando demuestran su utilidad para despertar las capacidades psíquicas e impulsar la activación de la energía interior, capaz de superar la inercia, los complejos y las limitaciones creadas por las relaciones sociales y las ideas represivas. [...]
El yoga integral, desarrollado por Aurobindo Ghose, es el único que ha avanzado explícitamente una comprensión revolucionaria e integral de la transformación humana. Para este yoga no existe separación entre la vida exterior y la vida interior; entiende que el sentido de la vida es una evolución espiritual que se realiza a través de la multiplicidad material, y que la consecuencia natural de la elevación espiritual de la humanidad será la supresión del capitalismo y el establecimiento de un régimen comunista, y una auténtica unidad humana mundial basada en la fraternidad espiritual y en la anarquía; que la transformación espiritual de la humanidad que la conduzca a una verdadera fraternidad, fundada en el inegoísmo, es una condición indispensable para que la sociedad sin clases y sin Estado pueda establecerse. [...]
En el capitalismo la abstracción mercantil convierte el yoga en una mera "técnica", suprimiendo sus orientaciones radicales y transformadoras; lo convierte en un mecanismo de refuerzo de la vida alienada, sumándolo a toda la diversidad de "paliativos" espirituales disponibles (religiones, sectas, supersticiones, espectáculos, drogas, videojuegos, etc.). Los propios individuos tienden a deformar el yoga, dándole un carácter religioso y/o paliativo. [...]
La occidentalización y mercantilización que ha sufrido particularmente el yoga proveniente de la India ha creado la apariencia de que todo esto no es así. Así, han aparecido por todas partes supuestos maestros, gurus, nuevas corrientes, en las que estos aspectos se han desdeñado. Pero toda la literatura y tradición anterior del yoga pone de manifiesto lo señalado, aunque no pretendo decir que no existan contradicciones aparentes o reales. En muchos casos esto queda en segundo plano debido a la utilización del lenguaje religioso o místico-poético, que resulta difícil e incluso totalmente opaco a la mayor parte de la gente occidental, que además ha tendido en muchos casos a aproximarse a estas tradiciones espirituales de manera acrítica, dejando patente que su motivación para ello es la huída desesperada de sus vidas alienantes más que la búsqueda serena de la verdad de sí mismos y, a través de ello, de una autotransformación consciente para lograr una vida más plena.[...]
Pero el yoga no nació para buscar la "paz interior" y alejarse del mundo para procurarnos un refugio en lo "sagrado", sino para realizar las necesidades espirituales de la humanidad, esto es, la autoexperimentación integral de su propio ser y su autodesarrollo igualmente total. El yoga reconoce el carácter integral de las necesidades humanas, absolutamente incompatible con la pretensión de darles a todas una forma de realización masiva, mercantilizada y efímera, y con las formas de actividad social en las que el individuo se autoaliena.»

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