viernes, 2 de agosto de 2019

Poesía Anti-Psiquiátrica. Pantera (2019)

“Trastorno Límite de Personalidad”


 

Sólo los locos experimentan hasta las glándulas de lo absurdo
y están en el plano más alto de las categorías intelectuales.
Pablo Palacio

membrana mía que al viento entera vibra
y vibra tanto 
porque siente que le habita
y al mismo tiempo le desborda
lo sideral
lo perenne
lo infinito.

mudar de piel poco sería.

desintegración que desorbita
delirio que desquicia
oh extraña delicia del desdoblamiento
que también duele
porque es sólo imaginario
y finito
de-ses-pe-ran-za-do-ra-men-te finito.

el abismo siempre.

puente colgante que se pendula
se paraliza
y otra vez se pendula
entre el estar y el no estar
la luz y la sombra
la euforia y la calma
el gozo y el tormento
el ser y la nada.
                                                           c
                                                             a
                                                               e
                                                                 r
                                                                     levantarse y
                                                                                         c
                                                                                       a
                                                                                     e
                                                                                   r                                                  
      en la montaña rusa de los díasdientesdeleón
      las tardesespejosrotos
      las nochesportaleslejanos
      y las madrugadasagujasdereloj.

esperen un momento:
es la vida
                   esta enferma y nuda vida
      que sin embargo me ha dado en toda mi muerte.
es el mundo
                        este perro enjaulado mundo
           que sin embargo se mueve.

y yo…
y yo siempre en el borde
de la torre más alta del psiquiátrico
afilando mis alas
untándoles gasolina
para cuando me incinere
y fénixmente me cenice
volando a ras del suelo a toda velocidad.
                                                                                             
el límite es lo mío.



Pantera
                                                                                                                                    Kito (con k de eskizofrenia)
agosto de 2019

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Yo también muero un poco cada tarde


 

Yo también muero un poco cada tarde sabes, Padre, cuando la melancolía me consume como un cigarrillo entre sus dedos de humo y sus ladridos de viento ah la infinita saudade postpunk shoegaze newwave void blues jazzafterdark fado tango pasillo yaraví el vacío la Nada desintegrándome atómicamente sobre un mar gélido y gris desesperación ansiedad aburrimiento tristeza mierda qué mierda tan triste el monstruo del tedio y peor el del espejo roto dentro del propio metro cuadrado donde bufo estoy harto de este encierro psiquiátrico en mi propia casa en mi propio cuarto-celda-caja de fósforos que siniestran esta página en blanco antes de que yo logre tatuar en ella los versos azules que al oído me zumban las moscas del silencio ah la “locura” y la droga y los malos hábitos y las malas influencias combinación explosiva ah “patología dual”, triple inclusive pues para mí parece ya no haber cura ni el valium ni el litio ni la quetiapina han dado resultado oh “balada para un loco” y para colmo poeta que aún espera el regreso de los dragones con todo su fuego purificador de ciudades enteras oh réquiem para un condenado a la Caverna de la a-normalidad y la des-adaptación social Yo, meteorito humanoide perdido en el orbe para siempre con un pie en la tumba y el otro en la estratósfera Yo, enésimo aborto de aterrizaje de un Pegaso en llamas náufrago de un “barco ebrio” (oh, Nicanor, a ratos me cuesta tanto ser tierrafirmista) y para colmo bajo el azote del desempleo la pobreza la deuda la angustia la soledad día tras día noche tras noche el insomnio y sus buitres estoy harto por eso, Padre, bájate que tengo hambre bájate hasta aquí con tus migajas de pan desde el cielo del puto dios dinero que nunca hay para todos pero mata a muchos como a mí un poco cada tarde, Padre, bájate que tengo frío bájate hasta aquí con tus migajas de atención desde el Olimpo de la ausencia que también mata a muchos como a mí un poco cada tarde qué mierda tan triste qué mierda.

P.D. Hasta que una tarde me cansé de morir. Pero esa ya es otra historia.

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exorcismo anti-ego




romper
el espejo sombrío de la autocontemplación que paraliza
reventar
ese globo ermitaño lleno de un tormento que obnubila
hendir
en la absurda rutina de la postergación de la vida
uno de esos trozos de vidrio
manchado de hez flema y sangre ennegrecida
herir
sin piedad pero con lumbre
armado con todo aquéllo
herir de muerte a la muerte misma
saltar
sobre sus tumbas innúmeras sus extensos dominios
abrir
            un surco de bromelias al menos uno
en algún rincón de este gran desierto de cemento
sanar
            y resurgir así
            como flor de pantano o golondrina de basural
quemar
el mausoleo de la propia ausencia
y las propias jaulas como naves
redimir
            con las propias manos
a palomas ratas cucarachas virus hongos
            únicos sobrevivientes de una catástrofe nuclear
            así como el niñoángelasesino de la poesía nos redime
            esgrimiendo un tajo de luz al último crepúsculo
cantar
un silencio aprisionado por años
como un río subterráneo que a la tierra emerge
tejer
            lazos nidos trincheras
con otras voces también emancipadas de las sombras                                                                                                                                 
sepultar
en el pasado y el nunca más
la desolada penitenciaría de los excluidos y los solitarios
partir
hacia el centro de uno mismo y de los otros
a través de un camino que palpita
con la mirada preñada de horizonte
y una sonrisa después de tanto ya amarillenta pero ancha
partir 
como quien regresa a la vida y la comunidad perdida
a paso firme
y sin retorno
partir

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